Reflexionar sobre los beneficios obtenidos durante este tiempo de práctica individual ha sido duro. Después de pensarlo durante algún tiempo, he llegado a la conclusión, de que algunos de ellos aún son tan sutiles que, a día de hoy no puedo expresarlos por escrito. Por tanto me centraré en los que soy verdaderamente consciente que así son.
El equilibrio mental y psicológico que me aporta la regularidad de las sesiones de cantos de los sábados, la de los lunes y de todas las otras actividades de la asociación en las que estoy presente. Me ayudan a no abandonarme y a mantenerme conectado con la gente pues desde que dejé de liderar sesiones, asistir a los retiros y me jubilé, mi relación social se ha circunscrito a mi entorno familiar y poca cosa más.
En los cantos, cada vez me siento más conectado con ellos y estoy aprendiendo el deja ir y a ganar en resiliencia. Me ayudan a no dispersarme y a aprender de las diferentes versiones. No me preocupo si me equivoco. Estoy más atento y en la siguiente línea lo vuelvo a intentar.
Conocer mejor a mis compañeros. Las reuniones semanales de la rama, y a nivel nacional, me ha permitido conocer las reflexiones y el pensamiento de mis compañeros de la asociación. Conozco a muchos de ellos desde hace años, pero no ha sido hasta hora, en que hemos sido más capaces de compartir nuestras experiencias y pensamientos como nunca, tanto en lo relativo a nuestro día a día con el covid, como con nuestra evolución respecto a la práctica individual, las enseñanzas de los líderes internacionales y la evolución de la organización.
Constatar que cuanta más práctica de Taoist Tai Chi® hago, mejor me siento físicamente y cómo esta fortaleza me afecta psicológicamente y me permite afrontar mejor el día a día. Lo mismo al revés, cuanto menos practico, peor me siento y lo que es fácil se convierte en una dificultad. Tener las artes del Taoist Tai Chi® en mi vida es una gran cosa si las pongo en práctica y las hago mías. A pesar de la barrera del idioma, el mismo efecto ocurre con la organización, si me implico en ella me doy cuenta de la fortaleza que tiene y como esta me hace sentir que no estoy sólo y que oír compartir a otras personas su experiencia me ayuda muchísimo a comprender mi situación actual y la de los demás.
Reflecting on the benefits obtained during this time of individual practice has been hard. After thinking about it for some time, I have come to the conclusion that some of them are still so subtle that I cannot express them in writing today. Therefore I will focus on those that I am truly aware that they are so.
The mental and psychological balance that brings me the regularity of the chanting sessions on Saturdays, Mondays and all the other activities of the organization in which I am present help me not to abandon myself and to stay connected with people because since I stopped leading sessions, attending retreats and retired, my social relations have been limited to my family environment and little else.
I feel more and more connected to the chantings and I am learning to let go and gain resilience. They help me not to disperse and to learn from the different versions. I don’t worry if I make a mistake. I am more attentive and I try again on the next line.
Getting to know my colleagues better. The weekly branch meetings, and at the national level, have allowed me to get to know the reflections and thinking of my fellow members of the organization. I have known many of them for years, but it has not been until now that we have been able to share our experiences and thoughts as never before, both in terms of our day to day life with COVID, as well as our evolution with respect to individual practice, the teachings of international leaders and the evolution of the organization.
I notice that the more Taoist Tai Chi® practice I do, the better I feel physically and how this strength affects me psychologically and allows me to better cope with the day to day. The same thing the other way around, the less I practice the worse I feel and what is easy becomes a difficulty. Having the Taoist Tai Chi® arts in my life is a great thing if I put them into practice and make them my own. Despite the language barrier, the same effect happens with the organization, if I get involved in it I realize how strong it is and how it makes me feel that I am not alone and that hearing other people share their experience helps me a lot to understand my current situation and that of others.
